derribar las barreras supone todo un ejercicio de destreza. Llamar la atención cuestión de malabares. Invento requisitos y virtudes imposibles de albergar para no tener que encontrar y escudarme en la inexistencia del ser. Hay que derretir los glaciares y encender el fuego para recuperar memorias de sentimientos olvidados.
Pero aunque parezca inaudito a veces sucede.