19 noviembre 2008
17 noviembre 2008
Pauline era diferente, a menudo se reia de María por aquellas pequeñas rarezas que le hacían diferente. Te he llamado a casa le dijo
-ME he ido a pasear Pauline, ya sabes que es domingo, que querias?
- Pues saber si habia novedades, si le habias visto o te habia llamado, joer! que os vais a hacer viejos esperándo que pase algo jajja, bueno jajaj el ya lo es jajaja.
A María le encantaban los domingos, y por encima de todo pasear un bonito dia al mediodía, disfrutándo del silencio y la paz de esas horas, del olor a pan caliente; terminaba de comer un poco mas rapido de lo habitual para poder pasear sola con su ipod y perderse en sus fantasias, a veces con el ....a veces sin el, pero siempre imaginaba un futuro interesante.
Nunca tuvo especial suerte con los chicos, aunque eso tampoco le preocupaba simplemente tomaba las cosas como veian y a pesar de vivir mas en el cielo que en la tierra no creia en los cuentos de hadas, una invención terrorifica de peliculas romanticas y libros de dudosa calidad decía.
La verdad es que tenía una vida tan feliz y equilibrada que las carencias del amor de un hombre se le antojaban ridiculas...se consideraba demasiado insensible para ello.
Pauline por su parte era lo opuesto y puede que de ahi radicara su amistad imperturbable de años. Pauline salia de un arelación y se metia en otra con la facilidad que leon caza presas para comer...de hecho el símil podía llegar a tener cierta gracia.
Ella nunca había estado realmente sola, nunca se había dedicado un tiempo a conocerse a sí misma o a cuidarse como mujer, a crecer en ese aspecto. Era lo que MAría solía llamar una dependiente sentimental, esas personas que envuelven su vida y destino a la de otra que usualmente sabe no es lo que mas le hace feliz o lo que le conviene pero que aplaca su soledad, siendo este motivo suficiente para estar ahi y aguantar.
María le adoraba pero nunca entendio esa falta de firmeza, esa debilidad. Por su parte Pauline adoraba a MAría pero nunca entendio porque se empeñaba en hacerse la dura y la autosuficiente. Pero siempre se tuvieron la una a la otra para complementarse.
-Oye Maria, esta noche piensas hacer algo mas que estudiar?
- Que graciosa, por que lo dices?por que Carlos esta con sus amigotes no?
Las dos cosas eran ciertas.
- Tegua! dijo PAuline, he hablado con el resto de las chicas y quieren salir por que no nos apuntamos?
- Hecho! tengo vestidos preciosos que piden ser vistos jajaja.
María poseei muchas cualidades, algunas de este mundo, otras tal vez provenientes de otros. Poseia un estilo propio, algo clasico y puede que clasista de exquisita ropa cuidadosamente combinada que siempre le hacian el complemento perfecto a ese momento.
Pauline era Pauline y hacia lo que queria, no tenia mas barreras que las que ella misma se ponia, fruto de la falta de autoridad que regia en su vida.
A pesar de lo contado hasta ahora ninguna de las dos habia tenia una vida normal o sencilla y puede que eso marcara sus vidas, cada una tomo una via a seguir que era fruto de las diferentes asimilaciones de esas situaciones.
Continuara....
-ME he ido a pasear Pauline, ya sabes que es domingo, que querias?
- Pues saber si habia novedades, si le habias visto o te habia llamado, joer! que os vais a hacer viejos esperándo que pase algo jajja, bueno jajaj el ya lo es jajaja.
A María le encantaban los domingos, y por encima de todo pasear un bonito dia al mediodía, disfrutándo del silencio y la paz de esas horas, del olor a pan caliente; terminaba de comer un poco mas rapido de lo habitual para poder pasear sola con su ipod y perderse en sus fantasias, a veces con el ....a veces sin el, pero siempre imaginaba un futuro interesante.
Nunca tuvo especial suerte con los chicos, aunque eso tampoco le preocupaba simplemente tomaba las cosas como veian y a pesar de vivir mas en el cielo que en la tierra no creia en los cuentos de hadas, una invención terrorifica de peliculas romanticas y libros de dudosa calidad decía.
La verdad es que tenía una vida tan feliz y equilibrada que las carencias del amor de un hombre se le antojaban ridiculas...se consideraba demasiado insensible para ello.
Pauline por su parte era lo opuesto y puede que de ahi radicara su amistad imperturbable de años. Pauline salia de un arelación y se metia en otra con la facilidad que leon caza presas para comer...de hecho el símil podía llegar a tener cierta gracia.
Ella nunca había estado realmente sola, nunca se había dedicado un tiempo a conocerse a sí misma o a cuidarse como mujer, a crecer en ese aspecto. Era lo que MAría solía llamar una dependiente sentimental, esas personas que envuelven su vida y destino a la de otra que usualmente sabe no es lo que mas le hace feliz o lo que le conviene pero que aplaca su soledad, siendo este motivo suficiente para estar ahi y aguantar.
María le adoraba pero nunca entendio esa falta de firmeza, esa debilidad. Por su parte Pauline adoraba a MAría pero nunca entendio porque se empeñaba en hacerse la dura y la autosuficiente. Pero siempre se tuvieron la una a la otra para complementarse.
-Oye Maria, esta noche piensas hacer algo mas que estudiar?
- Que graciosa, por que lo dices?por que Carlos esta con sus amigotes no?
Las dos cosas eran ciertas.
- Tegua! dijo PAuline, he hablado con el resto de las chicas y quieren salir por que no nos apuntamos?
- Hecho! tengo vestidos preciosos que piden ser vistos jajaja.
María poseei muchas cualidades, algunas de este mundo, otras tal vez provenientes de otros. Poseia un estilo propio, algo clasico y puede que clasista de exquisita ropa cuidadosamente combinada que siempre le hacian el complemento perfecto a ese momento.
Pauline era Pauline y hacia lo que queria, no tenia mas barreras que las que ella misma se ponia, fruto de la falta de autoridad que regia en su vida.
A pesar de lo contado hasta ahora ninguna de las dos habia tenia una vida normal o sencilla y puede que eso marcara sus vidas, cada una tomo una via a seguir que era fruto de las diferentes asimilaciones de esas situaciones.
Continuara....
15 noviembre 2008
14 noviembre 2008
09 noviembre 2008
Adoraba la complicidad de aquel lugar, todo lo que le trasmitia y le hacia sentir, alejándola de la realidad del mundo. Libre e infinita, veia como los colores del otoño se fundía con una técnica soberbia, digna del mejor pintor, la naturaleza.
Se perdía en el olor de la madera que quema las chimeneas de las diminutas casa que veía a lo lejos...
Querida por muchos y odiada por otros era raro que dejase indiferente a alguien; ella nunca se sintió especial por su físico o por todo aquello material que llevaba consigo, pero desde pequeña se sintió especial por la manera ne la que sentía y veía el mundo.
Hace tiempo que se encontraba en calma con ella misma, su alma y su corazón se habían convertido en un principio de madurez muy interesante. De hecho cuando él la conoció no era ya ni una sombra de lo que había sido, apenas le quedaban miedos y no debia nada a nadie...a veces su fortaleza asustaba.
Cubría con kilos de seguridad todos esos sentimientos que le hacían vulnerable a algo o a alguien, sentir le hacía sentirse débil, y odiaba ser débil.
El último hombre que pasó por sus brazos y por sus piernas le dijo que no era guapa, pero que era un ser tremendamente atractivo y morboso, lleno de virtudes que asustaban y atraían al mismo tiempo, fruto de una deliciosa contradicción.
Cuando él la conoció enseguida se perdió en sus ojos, y en esa eterna sonrisa que la caracterizaba; poco sabía de ella, pero el misterio le atraía poderosamente, haciéndo que el inocente sentimiento de indiferencia que debía sentir por la condición que poseía se convirtiese en un deseo mayor que ninguna droga.
A menudo respiraba hondo repitiéndose que a su edad y con su posición no podía permitirse el lujo de perder la cabeza por aquella niña, no ya tan niña. A menudo se descubría pensando en lo que no se habían dicho y perdiéndose en los besos que no se dieron; aunque maduro conocedor de la vida, ella siempre le sorprendia con alguna enseñanza filosófica que sacaba de su alma reflexiva, inquieta permanentemente.
Que dirian sus colegas si apareciese con ella en la fiesta? o en la oficina? y sobre todo, que podia atraerle de él a aquella ninfa de ojos inmensos como la noche y pelo sedoso como olas de mar?
Solo en la complicidad del coche, mientras conducía a su casa y en compañía de los Rolling se permitía dejar volar su imaginación.Porque sera que imposible y prohibido son palabras que conllevan un "no hacer" pero que incitan a nuestra alma a contradecir su significado?
...continuará
Se perdía en el olor de la madera que quema las chimeneas de las diminutas casa que veía a lo lejos...
Querida por muchos y odiada por otros era raro que dejase indiferente a alguien; ella nunca se sintió especial por su físico o por todo aquello material que llevaba consigo, pero desde pequeña se sintió especial por la manera ne la que sentía y veía el mundo.
Hace tiempo que se encontraba en calma con ella misma, su alma y su corazón se habían convertido en un principio de madurez muy interesante. De hecho cuando él la conoció no era ya ni una sombra de lo que había sido, apenas le quedaban miedos y no debia nada a nadie...a veces su fortaleza asustaba.
Cubría con kilos de seguridad todos esos sentimientos que le hacían vulnerable a algo o a alguien, sentir le hacía sentirse débil, y odiaba ser débil.
El último hombre que pasó por sus brazos y por sus piernas le dijo que no era guapa, pero que era un ser tremendamente atractivo y morboso, lleno de virtudes que asustaban y atraían al mismo tiempo, fruto de una deliciosa contradicción.
Cuando él la conoció enseguida se perdió en sus ojos, y en esa eterna sonrisa que la caracterizaba; poco sabía de ella, pero el misterio le atraía poderosamente, haciéndo que el inocente sentimiento de indiferencia que debía sentir por la condición que poseía se convirtiese en un deseo mayor que ninguna droga.
A menudo respiraba hondo repitiéndose que a su edad y con su posición no podía permitirse el lujo de perder la cabeza por aquella niña, no ya tan niña. A menudo se descubría pensando en lo que no se habían dicho y perdiéndose en los besos que no se dieron; aunque maduro conocedor de la vida, ella siempre le sorprendia con alguna enseñanza filosófica que sacaba de su alma reflexiva, inquieta permanentemente.
Que dirian sus colegas si apareciese con ella en la fiesta? o en la oficina? y sobre todo, que podia atraerle de él a aquella ninfa de ojos inmensos como la noche y pelo sedoso como olas de mar?
Solo en la complicidad del coche, mientras conducía a su casa y en compañía de los Rolling se permitía dejar volar su imaginación.Porque sera que imposible y prohibido son palabras que conllevan un "no hacer" pero que incitan a nuestra alma a contradecir su significado?
...continuará
06 noviembre 2008
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